Algo tenemos que cambiar, así no vamos bien.
Se trata de nuestros jóvenes. Los adolescentes actuales solo tienen derechos, ninguna obligación.
No hay trabajo. El trabajo nunca ha ido a buscar a la persona, siempre al revés. Fórmate, implicate, esfuérzate. Normalmente todos hemos empezado por abajo. Ahora tiene que tener derecho a tomar el atajo.
La vivienda es cara. Es culpa de especuladores avaricioso. Tengo derecho a una vivienda digna y barata (pero en el centro claro) normalmente la vivienda venía cuando te casabas, estabas un tiempo ahorrando (sin restaurantes, sin viajes, sin coches de lujo, etc.) para después firmar una hipoteca para toda la vida.
Pues bien, anormal es tener más responsabilidades que derechos.
Con responsabilidades refiero a que hay que ceder el asiento en el transporte público a una persona mayor.
Hay que implicarse en proyectos sociales para el bien común. Esto ayuda a mirarse solo le obligo.
Si vives con tus padres, debes realizar tareas domésticas. En casa no hay criados. Debemos participar todos, independientemente de la edad.
La autoridad está para ser respetada, no para discutir con ella. Ante un requerimiento de la policía, los jóvenes siempre sacáis a relucir vuestros derechos.
Hay que aprender a trabajar duro. Disfrutando pero duro. Seguro que se obtiene la recompensa.
Una Mezcla de derechos y responsabilidades, dará buenos resultados si añadimos un poco de constancia.
Los padres somos los encargados de transmitir estos valores a nuestros hijos. Y se transmiten con hechos, no solo con palabras.
Y recuerda, si la protección de datos te parece un rollazo, nosotros nos encargamos de todo. Nos encanta nuestro trabajo, y somos buenos, muy buenos.
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