Pero hay que saber desconectar. No esperar a explotar para hacerlo. No esperar a las vacaciones para cargar pilas.

En el día a día, te recomiendo que busques momentos (aunque cortos) para poder desconectar, tranquilizarte y tomar distancia.

A eso, yo lo llamo espiritualidad

Desaparecer 15 minutos del trabajo sin teléfono y pasear por un parque.

Parar el coche en la estación de servicio y hablar con el universo (sin teléfono).

Entrar en una iglesia silenciosa y sentarte en el último banco (sin teléfono).

Pasear por la playa (sin teléfono).

Mirar el horizonte lejano (sin teléfono).

En definitiva, 15 minutos de separación del mundanal ruido y dejar volar el pensamiento, sin dedicarlo a problemas profesionales. Solo para ti

Estos pequeños momentos te recargan las pilas. Evitan que colapses. Te permiten ver los problemas con cierta distancia. Te ayudan.

Te lo recomiendo

También te recomiendo la consultoría en protección de datos que te presento a diario que te permitirá dedicarte lo que realmente te importa del negocio: crecer