Sí, han polarizado la sociedad. Ahora o eres de derechas o de izquierdas. O facha o rojeras. Pero eso no es lo malo, lo malo es que nos han lavado el cerebro a todos los ciudadanos para que les defendamos.

Podrás comprobarlo en cualquiera reunión de amigos, donde salga un tema de actualidad (siempre es de política) en el que uno estará a favor y otro en contra, pero no de la propia idea sino del partido que la sustenta.

Pero la defenderemos a muerte. Y también el otro bando la atacará a muerte.

Y mientras ellos montados en el dólar con sus guardaespaldas, sus chóferes, sus prebendas y, por supuesto, sus enormes dietas. Todo ello acompañado con suculentos sueldos.

Y nosotros pegándonos por ellos. ¿Te lo puedes creer?

Seguro que lo habrás presenciado.

Pero tengo una solución: nunca hay que defender a la clase política, siempre atacarla.

Lo siento, pero es así, mientras exista esta diferencia tan abismal entre la casta y el resto de los ciudadanos no cabe complacencia. Son la aristocracia del siglo XXI.

¿Te imaginas a los siervos de la edad media? Defendiendo a los señores feudales que les oprimían?

Pues chico, aquí estamos.

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